No sé de leyes, no sé de política. Únicamente escribo desde el sentimiento de pena.
Aquí un músico que pretende ganarse la vida con su trabajo y no puede, aquí un autofinanciado, autoproducido, autodiseñado, etc. que el único apoyo que recibe es el suyo propio y el de unos cuántos locos que, por alguna extraña razón, creen en lo que haces, compran tus canciones y te secundan en este blog, en los conciertos, etc. Muchas gracias. Mi industria discográfica soy yo y no gano más ahora que hace casi 20 años que llevo en este intento romántico.
Valor, ¿qué valor tiene la creación actualmente?. Fuera de intereses de un lado y de otro, este es el pilar sobre el que construir nuestra cultura del futuro. Habrá gratuidad en algunas propuestas, parciales o totales, y no en otras. Las dos han de convivir y ser respetadas.
Si bien es cierto que hay que preservar la libertad y por ello me adherí al manifiesto, tampoco se ha de confundir y magnificar que, llenándosenos la boca con esa palabra y utilizando un tono casi punzante, valga todo. Nuestra libertad termina donde empieza la del otro, sino hablaríamos de libertinaje.
Existen derechos y obligaciones que nos gusten o no, hay que acatar y preservar. La propiedad intelectual es uno de ellos, creo entender en el punto nueve que perdemos este derecho. No lo considero apropiado.
Hace mucho que dije que estamos en un proceso de cambio, de tránsito hacia un nuevo modelo, una nueva situación sostenible y estoy cansado de que se prolongue indefinidamente para perjuicio de creadores y también del público. No hago más que ver cifras y datos interesados por un lado y otras cifras de intereses contrarios por otro. Confusión.
Estas son las líneas que escribí, a petición suya, para bitácoras.com, tienes más opiniones si vas a su web, las considero apropiadas a incluir aquí. Gracias por darme voz.
No convivo con todo el manifiesto, pero lo suscribo. Me confunden algunos puntos, que no vaya firmado, encuentro el tono excesivamente seco y desconozco si en él ha participado algún músico como yo. Chema Lara, que es un desconocido, puede ser descargado gratuitamente en diversos lugares de la web que obtienen beneficio por ello. Yo no he recibido ese beneficio por ningún lado, pero aun así doy mis canciones gratis en ocasiones para ayudar a difundir mis creaciones. No se trata de criminalizar a nadie, no me gustan los enfrentamientos y sí el diálogo, pero siempre digo ¿qué niño no se lleva un caramelo de la puerta de un colegio?. De lo que se trata es de recojer ese caramelo y devolvérselo al propietario. Debemos ponernos en el lugar del otro, en este caso hablo del músico, y valorar su trabajo. Es mucho dinero el que sale de muchos bolsillos como el mio. La extinción de modelos y bautizo de otros es obvia, y todavía tardaremos en encontrar el adecuado, pero no considero que poner puertas a Internet sea la opción correcta. Me encuentro libre en este medio y quiero seguir aprovechándolo para difundir mis composiciones, de las cuales soy el propietario intelectual, a pesar de intermediarios y voces que confunden. Somos el último mono de esta larga cadena, los más criticados, los que menos ganamos y ya da hasta casi pereza manifestarse. Que suene la música, que se amplie el circuito de conciertos y construyamos entre todos un panorama cultural rico, variado, libre de opinión y estilos en el que el público sea el mayor beneficiado y los músicos podamos profesionalizarnos. ¿Es esto una utopía?
Y cualquiera que quiera ver otras reflexiones está invitado a seguirme en twitter.
Me faltan opiniones, me faltan voces, puedes gritar aquí, puedes discrepar y manifestarte libremente y estoy seguro que así seguirá siendo, con o sin manifiestos, porque así lo deseamos todos, representados o no.
Abrazos y que suene la música.
Chema