Carlos Jean ha conseguido generarse su propia marca y ha contagiado a otras para generar proyectos e ilusiones embarcándonos a todos rumbo a paraísos peregrinos, pero tangibles. Así le veo yo, apasionado de la música, de las redes y de la tecnología, infatigable buscador e investigador de nuevos retos por y para la música, además de estupendo cocinero (de paellas doy fe), anfitrión y comunicador.
Esta mañana he acudido, invitado por Roberto Carreras, a una presentación-comida de “El Plan B”, que es una iniciativa de Carlos, apoyada (podríamos decir que a modo de patrocinio-mecenazgo) por Ballantine’s. Un concepto colaborativo en red para músicos, profesionales o no, bajo la dirección firme de Carlos, y arropada por otra serie de artistas conocidos, como es el caso de David Summers, etc. que darán renombre y promoción al proyecto.
La idea no es nueva, aunque sí lo es en España (o para el mercado Latinoamericano), otros como Indabamusic, Thounds, Ohm, etc. llevan intentándolo más tiempo, buscando y probando la participación y la fuerza de la comunidad de la red. El éxito de esta fórmula (receta, diría Carlos) tendrá que verse en su penetración, promoción y adaptación, y en ello creo que Carlos Jean ya ha demostrado tener una prolífica carrera en solitario, así como productor (Najwa Nimri, Bebe, Zahara, etc.).
El enfoque es básicamente el siguiente:
1.- Carlos prepara una base rítmica con apuntes armónicos y estructurales cada mes (dance, lo digo por enfocar el estilo de música, al que llama “Pop actual”) y el resto de la comunidad aporta su instrumento, voz, letra, percusión o lo que considere. Si no tienes medios a tu alcance hay un secuenciador (editor) online, únicamente con tu micro podrías colaborar.
2.- La gente vota lo que más le gusta, aunque Carlos se salvaguarda la decisión final de si incluir o no ese corte, a modo de sampler (original, y no de librería) en la mezcla definitiva.
3.- Carlos escucha todos los audios añadidos y se va poniendo en contacto con los participantes para grabar con un estudio portátil con mayor calidad, allá donde sea que viva el autor. A modo de documental nos iremos enterando de las andanzas de Carlos, los músicos con los que va participando y los sonidos que se van creando.
Mi dudas vienen a la finalización de la campaña. ¿Habrá distribución digital o física del trabajo finalizado? ¿Se regalará con la compra de alguna botella? ¿Se promocionará ese nuevo talento? La industria discográfica hace tiempo que no mueve ficha, así que no creo que una marca de bebida, con un soporte de conocimiento y de bagaje dentro de ella como el que tiene Carlos, pueda hacerlo mal. Parece ser que sí se distribuirá, según me confesó Carlos, y por lo que he leído se repartirán royalties con todos los participantes (si los hubiera). Claro que quizá la filosofía de la descarga gratuita sea más la que pueda solicitarles el público, bajo código promocional, compra por importe mínimo, etc.
Carlos nos ha adelantado que está pensando en trabajar en solitario, en otro proyecto aparte, con una de las voces femeninas que ya ha participado en “El Plan B”. Valga por lo menos esto como siembra de nuevos descubrimientos y “talentos”.
Iba a hablar de esto antes de que Roberto se pusiera en contacto conmigo para invitarme personalmente, así que con una estupenda paella y un buen vino en el estómago y conociendo nueva gente del mundillo, mucho mejor. Muchas gracias a él, a Marta y a Carlos y a toda la gente que hace posible nuevas iniciativas y vías alternativas como ésta. Seguimos en este tiempo de tránsito en el que cualquier prueba es bienvenida, por el bien de la música, la búsqueda de nuevas figuras musicales y la creación. Por mi parte subiré algunas guitarritas y seguiré mi camino pensando en nuevas maneras de acercaros mi música y seguir sacando nuevos trabajos, sean físicos, digitales o en botella.
Chema Lara
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